Sobre... Érase Psicología

Érase para mí significa inicio...

Y quizás te estés preguntando: ¿inicio de qué? Para mí, es el inicio de una trayectoria profesional en solitario. Pues aunque llevo varios años dedicándome a la psicoterapia, Érase Psicología es el primer proyecto que emprendo por mi cuenta.

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Para otras personas, y tal vez tú seas una de ellas, este puede ser el inicio de un pequeño cambio. Cuando consideramos la idea de ir al psicólogo y comenzar un proceso terapéutico, es común que las dudas nos atormenten. Esto suele llevarnos a posponer el comienzo, a pesar de haberlo estado considerando durante años. Quiero que sepas que esto es completamente normal; cada uno tiene su propio ritmo. Sin embargo, si deseas dar ese paso inicial, estaré encantada de acompañarte en este camino.

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Érase una vez… así comenzaban casi todos los cuentos de nuestra infancia, y quería que de alguna manera lo narrativo estuviera presente en mi proyecto. Cada uno de nosotros/as trae consigo un cuento lleno de vivencias, algunas más difíciles que otras, que nos han moldeado como personas. Sin embargo, a veces ese cuento nos genera malestar. En ocasiones no sabemos por qué, pero nos sentimos extraños, ansiosos, desmotivados, o de otras muchas formas. Para Érase Psicología, es fundamental ese cuento, y cada una de las historias que se cuentan en él.

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Érase también simboliza una semilla, y quizás te preguntes: ¿Qué tiene que ver una planta con la terapia? Para mí, la terapia es un espacio donde podemos plantar pequeñas semillas de nuevas ideas y emociones en la mente de las personas, o simplemente estimular aquellas que ya estaban presentes. Todos tenemos pequeñas semillas, pero tal vez estemos esperando las condiciones adecuadas para que crezcan.

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¿Y si ahora nos preguntamos qué tienen en común un cuento, una semilla y la terapia? Quizá no mucho, o tal vez un proceso de transformación. Tanto en la terapia ,como en un cuento y en una semilla que germina, hay una transformación significativa. En terapia, las personas enfrentan sus dificultades y vivencias, y crecen emocional y personalmente. Un cuento puede llevar a personajes o lectores a una transformación personal o moral, así como una semilla, al germinar, se convierte en una planta, simbolizando el crecimiento y el cambio.

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